MEDUSS Viviendo la Ciencia. Universidad San Sebastián, Puerto Montt, Chile.: IMPLANTE COCLEAR.

domingo, 29 de junio de 2008

IMPLANTE COCLEAR.


Nacer sin la posibilidad de escuchar, o perder la audición por accidente o enfermedad es una situación compleja para el paciente y todo su entorno. Se estima que entre el 0,1% y el 0,2% de los recién nacidos; el 1% de los adolescentes; el 2% de los adultos; el 30% de los mayores de 65 años y el 50% de las personas sobre 85 años presentan discapacidad auditiva. Si bien no es causa de mortalidad, sí es motivo de aislamiento, frustración y soledad.

Son los recién nacidos y los niños los que sufrirán las mayores consecuencias de no escuchar; presentarán problemas significativos en su comunicación, lenguaje, integración y educación, lo que a su vez afectará su sociabilización e inserción en la sociedad. Resulta esencial el desarrollar abordajes globales para esta discapacidad, que involucren programas de detección, evaluación, diagnóstico e intervención. Esta última debiera ser temprana e implica, según sea el caso, un tratamiento médico, quirúrgico y la amplificación con audífonos.

Cuando la persona no se ve beneficiada con el uso de audífonos, los implantes cocleares son la alternativa. Su uso ha aumentado en forma exponencial, ya que sus bondades son innegables. Un niño implantado –hasta los 6 años– recupera la audición completamente, habla y escucha como cualquiera, vive una vida absolutamente normal.

Anteriormente se implantaba sólo a personas que no presentaban beneficios con el uso de audífonos. Actualmente, este criterio se amplía a personas que presentan un moderado beneficio con el uso de éstos y que gracias al implante obtienen excelentes resultados auditivos.

Sólo en la Clínica Las Condes, pionera en este tipo de implantes, más de 150 personas han recuperado su audición con la ayuda de este dispositivo electrónico, que capta sonidos del medio ambiente, los procesa y los transforma en estímulos eléctricos que van directamente a las células nerviosas que conforman el nervio auditivo. Este, a su vez, se encargará de llevar los impulsos hacia el cerebro.

Cuando las células ciliadas del oído interno (el receptor encargado de transformar las ondas sonoras en estímulos eléctricos) no funcionan, el implante coclear las reemplaza. Pero en el caso de adultos o niños que han perdido la audición por accidentes o enfermedades no se hace necesario. La capacidad auditiva se recupera de manera rápida, así como también la comprensión o discriminación del lenguaje, debido a que el sistema nervioso central ya conoce el lenguaje y no hay que “enseñárselos” desde un comienzo.

La tecnología de los implantes es cada vez más moderna. Desde este año se utiliza el llamado "implante bilateral" y los resultados con este procedimiento en casos calificados son aún mejores debido a que se obtiene una mayor riqueza de sonido y una mejor comprensión del lenguaje en ambientes ruidosos. La localización del sonido es también mejor, pudiendo la persona diferenciar perfectamente unos de otros.

Es importante que se detecte cualquier problema en la audición de forma precoz, de lo contrario el retraso del lenguaje y desarrollo cognitivo puede que sea extremadamente avanzado. Es por esto que a los recién nacidos se les realiza un examen auditivo (otoacústico). A través de éste se pueden pesquisar a tiempo las pérdidas auditivas y actuar en consecuencia.

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