MEDUSS Viviendo la Ciencia. Universidad San Sebastián, Puerto Montt, Chile.: Suplementos durante el embarazo.

viernes, 27 de junio de 2008

Suplementos durante el embarazo.

Durante el embarazo la mujer aumenta sus demandas metabolicas y se hacen mas especiales que en la mujer no grávida, ya que requiere de mas proteinas y tiene un gasto energetico mayor por lo que necesita un aumento de vitaminas y minerales en su dieta diaria para la correcta formacion del nuevo ser que viene en camino.
Una mujer sana, que mantiene una dieta balanceada y completa, no debiera requerir en forma perentoria ningún tipo de suplemento; la alimentación debiera satisfacer por sí sola las necesidades especiales del embarazo.
Sin embargo, siempre es beneficioso un aporte suplementario, para asegurar que la madre reciba los oligoelementos extra que demanda un embarazo. Los principales son el ácido fólico, el hierro y el calcio.
El ácido fólico, es una vitamina del complejo b que ayuda a prevenir los defectos en la formación del cerebro y desarrollo de la médula espinal, es decir, previene defectos del tubo neural (Neural Tube Defects--NTD). se encuentra en carnes, vegetales y en el pan ya que en chile la harina esta fortificada con ácido fólico. Es recomendado empezar a consumirlo antes de la concepción, cuando se planifica el embarazo.

El Hierro,
durante el embarazo la madre le aporta hierro a su hijo y además sufre una hemodilución, un proceso que aumenta el volumen plasmático, pero no el número de glóbulos rojos. Estas circunstancias propias del embarazo pueden causar o acentuar una anemia existente (hematocrito bajo). Por eso, es necesario ayudar a la madre a suplir este déficit mediante algún suplemento de sulfato ferroso. La suplementación con hierro debe iniciarse precozmente en el primer trimestre si el hematocrito es inferior a 36%; si es superior a ese valor se puede iniciar la suplementación en el segundo trimestre. Si el hematocrito en el primer trimestre es inferior a 28%, debe iniciarse el estudio de la etiología de la anemia para descartar anemias megaloblásticas (déficit de ácido fólico y vitamina B12), hemoglobinopatías (talasemias), anemias hemolíticas adquiridas (autoinmune, neoplasias, infección, etc.).

El
calcio, es importante que durante el embarazo y la lactancia la madre le aporte grandes cantidades de calcio a su hijo para la formacion de sus huesos . Por eso, se recomienda que ingiera lácteos y algún suplemento de calcio asociado a la vitamina D, que facilita la absorción y el depósito del calcio en los huesos. Esto se hace, más que nada, para proteger a la mujer embarazada, ya que la guagua de todas formas toma el calcio que necesita del cuerpo de su madre. El embarazo produce modificaciones del metabolismo del calcio, dado por la expansión del volumen plasmático, disminución de la albuminemia, aumento de las pérdidas por orina y la transferencia a través de la placenta que llevan a una disminución del calcio iónico. La leche de vaca proporciona 125 mg de calcio por 100 ml, de ahí que una madre que puede ingerir entre 750-1.000 cc de leche diario, más otros productos lácteos adicionales, cumple adecuadamente con los requerimientos necesarios para un buen desarrollo del esqueleto fetal.

En embarazadas con intolerancia a la leche por déficit de lactosa se recomienda un aumento de otros nutrientes con alto contenido en calcio como carnes, yoghurt, quesos o leche con bajo o nulo contenido de lactosa y suplementación medicamentosa de calcio.

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